sábado, 22 de noviembre de 2008

Citas ineludibles


Sí, ayer toco la visita de rigor a la sala más emblemática de Barcelona. Como la economía anda ajustada, aprovechamos la ocasión de un concierto de un amigo de Graciela, mi compi de piso, el nombre del grupo era cuanto menos prometedor "AiaSofia". Ahora nos faltaba comprobar si además de nombre con gancho, el grupo se había contagiado de algo de buen gusto.
La entrada a la sala prometía más de lo que nos encontramos en su interior. Escaleras metálicas, edificio propio de una fábrica inglesa de ladrillo. Los teloneros un grupo con intenciones de suceder a grupos rockeros españoles como Marea, pero con más intenciones que posibilidades. Por fin, para alivio de nuestros oídos acostumbrados a músicas con por los menos un poco más de personalidad, llegó el turno de Aiasofia.
En el escenario se dispuso la tríada musical. Eugenio, el cantante, un dominicano con alma planetaria o maguense pero con más mala uva, el batería un fuera de serie y el bajo (no debía ser malo, pero pasaba más desapercibido, parecía más un escocés al que le había caído del cielo una guitarra). En síntesis un buen concierto, un poco monótono porque mi dolor de piernas al final no fue un buen síntoma.
Próxima parada: Nasty mondays en la sala Apolo (recomendación de un adolescente de pelo oxigenado en el metro, un espontáneo encantador que oyó la palabra Apolo y no pudo evitar meterse en la conversación)

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