martes, 25 de noviembre de 2008

Cóctel Molotov


Un día de responsabilidades y una resaca de espanto. Mañana resurgiré de mis cenizas cual ave Fénix.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Citas ineludibles


Sí, ayer toco la visita de rigor a la sala más emblemática de Barcelona. Como la economía anda ajustada, aprovechamos la ocasión de un concierto de un amigo de Graciela, mi compi de piso, el nombre del grupo era cuanto menos prometedor "AiaSofia". Ahora nos faltaba comprobar si además de nombre con gancho, el grupo se había contagiado de algo de buen gusto.
La entrada a la sala prometía más de lo que nos encontramos en su interior. Escaleras metálicas, edificio propio de una fábrica inglesa de ladrillo. Los teloneros un grupo con intenciones de suceder a grupos rockeros españoles como Marea, pero con más intenciones que posibilidades. Por fin, para alivio de nuestros oídos acostumbrados a músicas con por los menos un poco más de personalidad, llegó el turno de Aiasofia.
En el escenario se dispuso la tríada musical. Eugenio, el cantante, un dominicano con alma planetaria o maguense pero con más mala uva, el batería un fuera de serie y el bajo (no debía ser malo, pero pasaba más desapercibido, parecía más un escocés al que le había caído del cielo una guitarra). En síntesis un buen concierto, un poco monótono porque mi dolor de piernas al final no fue un buen síntoma.
Próxima parada: Nasty mondays en la sala Apolo (recomendación de un adolescente de pelo oxigenado en el metro, un espontáneo encantador que oyó la palabra Apolo y no pudo evitar meterse en la conversación)

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Sugerencias



Hoy mientras comía con una amigo me recomendó esta canción. La escuché a través de un móvil de estos de nueva generación que sólo les falta hablar. Ante la cara de emoción de mi amigo, me salió una sentencia de las mías "Es el mismo rollo lastimero de siempre". Él sin juzgar, me dijo que lo que le gustaba era la emoción que desprendía la canción, cómo transmite las diferentes fases que experimenta una persona en sus relaciones. Ahora que la he vuelto a escuchar y sin que él me escuche, debo darle la razón.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Crecer y no dejar de ser niños


La foto que veis está claro que algo de circense tiene, pero no se trata de un circo cualquiera ni con tanto renombre como el Cirque du soleil: es el Circo acuático!! Os preguntareis como demonios acabe allí, resulta que tenía enchufe (hay que ver, no lo consigo para encontrar trabajo..). Mi compañera de piso, Graciela, la valenciana, aunque de formación empresarial en estos tiempos de crisis se encuentra de taquillera de este maravilloso lugar. Este finde vinieron una amigas suyas y fue la ocasión perfecta para utilizar sus influencias. El sábado fuimos al último pase que empezaba sobre las 6.45, pero llegamos tarde. Nos perdimos el número del diábolo y el momento en que el payaso se caía en la piscina y servía de gancho para enlazar con los misterios del mundo marino.

Entramos azuzadas por el hombre de la puerta ¡rápido, rápido! y atravesamos un túnel de lona azul para meternos en situación. Unas gradas en penunmbras en las que se podían entrever miles de figuras diminutas rezumando emoción. Rodeamos los asientos hasta llegar a los que nos habían asignado, justo al lado del payaso. La primera prueba: el payaso echandote pompas y tu en un principio poniendo cara de circunstancia y luego haciendo un gesto para estallar o coger la pompa como una gilipollas. Ya habíamos pasado la primera prueba de fuego.

Cuando nos sentamos comenzó el verdadero espectáculo. En primera línea de piscina, pudimos ver acrobacias impresionantes como las de la china de la foto capaz de cambiar el peso de su cuerpo de una mano a otra con una pasmosa facilidad y sin borrar la perfecta sonrisa de su cara.
Pero el listón siguió muy alto, la alemana que se enredaba y desenredaba de la red, los chinos hombres-bala, la agrupación de chinas que hacían figuras imposibles. Y lo mejor de todo, la emoción que experimentabas al verlo. Resulta curioso como en un momento en el que todo cambia y la balanza se inclina hacia la toma de decisiones y responsabilidades, la vida te hace un guiño y te invita al circo.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

las tribulaciones del joven torless

Los valores, la moralidad, no son compartimentos estancos o inamovibles. De hecho, cada vez que nos cruzamos en nuestro camino con una nueva persona, el castillo de naipes manifiesta su fragilidad. Nos quedamos minutos pensando como el autoconvencimiento genera un confort irreal.

"Debe de pasarme algo raro, porque veo normal lo que está ocurriendo" Estas son las reflexiones de un joven ante las reiteradas humillaciones a un compañero de clase, cuyo único fallo había sido robar para devolver un préstamo. A partir de un error humano, los del otro lado del paredón se transforman en jueces con capacidad de discernir el bien del mal y lo que es peor capaces de castigar a quien se separa de un hipotético buen camino.

Llega un momento en el que el castigo es sólo una pequeña parte de la prueba. Lo importante es descubrir porque somos capaces de acostumbrarnos a la humillación, a verla y recibirla, y pensar que son momentos aislados. Pero como decía el pequeño Torless ¿no es como un ojo sobre un mundo desconocido?

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Fernando Ruíz Palacios

Escribí varias parrafadas sobre el hombre que veis en la imagen. Todas ellas llenas de la emoción que experimenté al verlo actuar, la gratitud de sus ojos, una sonrisa de oreja a oreja y sobretodo su magnífica interpretación. Era una descripción extensible a los grandes descubrimientos de la vida. Palabras y palabras que se borraron por un erróneo clic en un programa informático que el retroceder significa borrar. Pero lo que no se me borra del recuerdo es que el primer momento especial en Barcelona me lo regaló este hombre, argentino de nacimiento, de afición cantante de tangos y vecino de mi edificio.

domingo, 2 de noviembre de 2008

La llegada


Tomé prestado el título de uno de los mejores discos de la historia para dar nombre a mi incursión en el mundillo de los egoblogs puesto que era capaz de transmitir el continuo proceso de cambio en el que me encuentro. Recién llegada a la Ciudad Condal, estructurando un poco mi vida porque aunque las responsabilidades suenen a aburrimiento asegurado, para mi son la dosis necesaria de equilibrio. Me explico, necesito mantenerme ocupada, pero no construir una rutina, si no una colchoneta en la que poder saltar para alcanzar lo que quiero. Disfrutando de nuevas caras y visiones de lo que parece un mismo mundo.