martes, 6 de enero de 2009

¿Son todos felices?


El honor de vivir con honor gloriosamente,

el patriotismo hacia la patria sin nombre,

el sacrificio, el deber de los labios amarillos,

no valen un hierro devorando

poco a poco algún cuerpo triste a causa de ellos

mismos.

Abajo pues la virtud, el orden, la miseria;

abajo todo, todo, excepto la derrota,

derrota hasta los dientes, hasta ese espacio helado

de una cabeza abierta en dos a través de soledades,

sabiendo nada más que vivir es estar a solas con la

muerte.

Ni siquiera esperar ese pájaro con brazos de mujer,

con voz de hombre oscurecida deliciosamente,

porque un pájaro aunque sea enamorado,

no merece aguardarle como cualquier monarca

aguarda que las torres maduren hasta frutos podridos.

Gritemos sólo,

gritemos a un ala enteramente

para hundir tantos cielos,

tocando entonces soledades con mano disecada.

Luis Cernuda "La realidad y el deseo"

Hoy va dedicado a uno de mis poetas favoritos junto a Miguel Hernández, gracias ellos descubrí la poesía. Las palabras e ideas de este poema lamentablemente son atemporales.

1 comentario:

Uqbar dijo...

Yo suscribo también la elección de esos dos poetas, Cernuda y Miguel Hernández aportaron otra visión, la propia, y eso es muchas veces lo más difícil.